domingo, 15 de agosto de 2010

Un cambio de aceite no vendría mal.

Tengo una cuerda como pulsera, bueno no, miento: dos.
Es raro, lo sé, pero no me importa, es muy simple, marrón, sencilla, natural... , como a mí me gusta y de lo que tú te enamoraste. Que podría ser mil cosas, todo hay que decirlo, pero no, tú me prefieres así, me prefieres diferente, como únicamente sé. Y me encanta destapo la realidad porque me miras, ¡ay, cómo me miras! Cariño, no soy el regalo de navidad de un niño pequeño, pero al tratarme como si lo fuera se me muere el corazón de tanto suspirar... , pero ¿sabes? tiene algo de sentido ya que siempre fuiste mi pequeño.
Pero yo lo sé, tú también; poco a poco todo va dando igual aunque sigue doliendo de la misma manera ante el factor contrario.
Yo no sé escribir si no es por ti. ¡Qué pena, corazón!, que la marea inevitablemente tenga que bajar.

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