Hoy es un día extraño. Ha perseguido a la noche también extraña de ayer, una noche muy desagradable de todo lo bueno que pasó. Entre comillas, creo.
Últimamente estoy de lo más odiosa. Creo que mi acumulación de castigos me la merezco, pero solo un poco: no voy a darle la razón a mis padres; va en contra de la ley del adolescente.
Tengo ganas de mucho y de nada a la vez, voy al contrario que el mundo y este me saca su bonito dedo central: yo, mientras tanto, le sonrío.
Soy una viva contradicción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario